#HistoriasCET: Gladys Cabral
Gladys es referente de Chicas en Tecnología desde 2016, cuando se sumó a #PUMM alentada por sus alumnas. Determinada a generar más oportunidades para ellas apuesta a la formación como un camino de motivación y compromiso social. Su historia es la de la búsqueda de nuevos conocimientos para seguir creciendo profesionalmente y, en ese trayecto, transformar la vida de sus estudiantes.
¿Cómo llegaste a Chicas en Tecnología?
Todo comenzó en 2016 cuando alumnas de la Escuela Mano Amiga se quisieron presentar en PUMM. Yo no conocía el programa, me enteré a través de ellas cuando me pidieron ayuda para anotarse y que fuese su referente. Así llegué a CET.
¿Cómo fue esa primera experiencia con CET?
Tuvimos la gran experiencia de poder participar de PUMM y conocer Accenture, en Capital. Las chicas aprendieron mucho, estaban felices cada vez que íbamos. Fue mi primera experiencia así con alumnas, fuera de las salidas educativas comunes. Ellas tuvieron la posibilidad de participar de un concurso, las eligieron y sacaron el primer premio. A partir de ahí realizaron capacitaciones, ganaron becas. El proyecto que hicieron se llama Manos en red y tuvo mucha repercusión. Este año empiezan la universidad pero nunca dejaron de trabajar para el proyecto.
A ellas se les abrió un mundo y a mí, profesionalmente, también, porque tuve otras herramientas para empezar a dar mis clases, encontré la forma de poder motivar mejor. A través de CET también participo de Developers for Good. Se abre un mundo laboral muy grande, puedo aprender nuevas herramientas y participar de capacitaciones.
Manos en Red
La app creada por las participantes de PUMM conecta ONGs con voluntarios para mejorar la comunicación de las necesidades en casos de emergencia. Las chicas detectaron que en esos casos, como inundaciones, muchas veces no está claro qué elementos son necesarios y cuáles ya han sido cubiertos. Manos en Red permite que los voluntarios sepan a cada momento qué y dónde es necesario.
Después de tu experiencia en PUMM, ¿qué te motivó a continuar como referente de Clubes?
Principalmente fue ver la alegría que tenían las chicas de hacer otra cosa que no sea solamente la actividad del colegio. Se crea un lugar más de trabajo donde, como referente y no como docente de un grado, existe una apertura diferente con las chicas. Llevarlas a eventos y poder compartir otras actividades fuera del colegio también les abre oportunidades. Siempre te tienen como “profe”, eso no va a cambiar, pero sí les podés dar la libertad de, con todo respeto, trabajar de forma mucho más abierta y amena.
Algo muy positivo para mí fue haber podido unir a las dos escuelas en las que soy docente para que hicieran juntas algunas actividades de Chicas en Tecnología. Poder compartir y que las chicas creen un vínculo totalmente nuevo con grupos de otros colegios y armar vínculos es muy importante. Entre ellas se siguen escribiendo, se ayudan en determinadas cosas, comentan sus proyectos, eso fue muy importante.
El cierre de Clubes lo hago con las dos escuelas, también los encuentros de los que participamos. En Mano Amiga contamos con una sala virtual muy grande entonces llevo a las chicas del otro colegio a esa sala e interactuamos. Para el cierre de Clubes cada una presenta su proyecto y siempre invitamos a mujeres referentes en tecnología para que las conozcan, vean a qué se dedican, cuenten su historia, eso es motivador también. Creo que Clubes es importante para las chicas porque empiezan a ver que hay un mundo totalmente diferente y que ellas también pueden hacer una carrera en tecnología.
¿Cuál es el impacto de Clubes en las chicas que participan?
El impacto principal es darse cuenta de que si se se proponen algo lo van a poder lograr. Tanto si eligen una carrera relacionada a tecnología como cualquier otra, ellas cuentan con todas esas herramientas para su futuro. Cuando transitan y terminan Clubes se dan cuenta de todas las posibilidades que tienen. Se les abre un mundo que a veces no consideran porque conocen empresas, oportunidades, carreras.
Otra de las cosas importantes de Clubes es pensar en el contexto social. Trabajan en un proyecto social, para abordar algún problema de la sociedad, de la escuela o alrededor. Empezar a tener esa visión más allá de ellas mismas, que hay problemas y cómo podemos solucionarlos, eso también es importante.
¿Qué es lo más valioso que les pudiste aportar como referente?
Siempre trato de innovar, de superarme, todo el tiempo. Creo que cuando una hace algo con todo el fervor se los transmite a las chicas. Es importante creer en lo que estás haciendo, que si les decís “te va a servir en el futuro” ellas lo entiendan de esa manera porque sabés que lo que les estás dando es de verdad. Todo lo que hago es con muchas ganas y lo hago por mí también, porque siento que tengo que estar permanentemente cambiando cosas y dándoles nuevas herramientas a las chicas y varones de las escuelas, porque no siempre se necesita lo mismo. Entonces, cuando se habla de innovación, se trata innovar una misma para poder transmitirles todo eso. Creo que es motivación pero con compromiso, respeto e igualdad de oportunidades para que todas las personas tengan las mismas posibilidades, sean de una escuela o de otra. ¿Qué les dejo a los chicos? A veces es tan importante la posición en la que estás que te lo tenés que tomar muy en serio porque podés cambiar la vida de alguien. Como docente pasás mucho tiempo con ellos y te preguntás qué tipo de referente querés ser, qué posibilidades les estás dando. Tengo la gran suerte de trabajar con gente que piensa y siente de la misma manera entonces nos potenciamos. No se trata de algo individual sino de ser parte de un grupo de personas y creo que ahí se marca la diferencia.
¿Por qué creés que es importante implementar proyectos educativos de tecnología con perspectiva de género?
Porque creo que si no les abrís las posibilidades a las chicas el ámbito de la tecnología siempre está muy estructurado para los varones, en cualquier capacitación siempre son mayoría. Es importante ponderar a las chicas, trabajar a la par para tener todos las mismas oportunidades. Con Clubes las chicas empiezan a ver que en el área de tecnología también hay muchas mujeres trabajando, que hay científicas argentinas a las que no conocían. Todas podemos llegar y tener esa oportunidad. Se trata también de tener confianza en sí mismas, aprender a expresarse. Tenía alumnas a las que no les escuchaba la voz porque eran muy introvertidas y desde que empezaron a participar en Clubes se les dio un lugar y un espacio para que conversen y cuenten su proyecto y eso les sirvió mucho. De repente teníamos chicas que daban cátedra hablando en cualquier lugar.
¿Por qué recomendarías a otras personas que sean referentes de Clubes?
¡Porque es genial! Se abre un mundo de oportunidades, de herramientas, la posibilidad de formarse desde otros lugares, de acceder a capacitaciones que serían muy caras porque si no trabajás en una empresa no tenés la posibilidad de hacerlo. Conocés a otra gente y a tus alumnos desde otro lugar, otros ámbitos. Creo que se empiezan a mover otras cosas cuando empezás a trabajar con los valores, con lo social, con el compromiso. Abrir el mundo de Chicas en Tecnología es abrir el mundo para vos y para tus chicas, que van a ser nuestro futuro.