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Mujeres en STEM: los datos que llaman a la acción en la región

En los últimos años se lograron avances culturales en materia de igualdad de género; sin embargo, el mundo de la tecnología todavía presenta muchos desafíos por superar.

Con el objetivo de generar evidencia que impulse el cambio, Chicas en Tecnología (CET) -con el apoyo de NCR Foundation– presentó el informe “La brecha que persiste”, un análisis de las estadísticas universitarias de Argentina, Chile, Colombia, México, Perú y Uruguay. Este estudio busca comprender las tendencias en las inscripciones, matrículas y egresos de mujeres en carreras tecnológicas a nivel regional. El informe, además de ofrecer un análisis comparativo de la situación, incluye una sección específica por país en la que se examinan las particularidades de cada sistema universitario y las estadísticas nacionales.

Metodologías para impulsar el cambio

Para llevar adelante este análisis, desde Chicas en Tecnología desarrollamos una metodología censal propia, que incorpora categorías específicas centradas en carreras intensivas en programación y de desarrollo tecnológico (ingeniería electrónica, robótica, biotecnología y diseño y desarrollo de hardware, entre otras). Este enfoque permitió identificar con mayor claridad las desigualdades de género en el sistema universitario y comparar estadísticas entre países de la región. 

Según Milagros Giménez, líder de Investigación de CET: “Este no es un problema de un solo país, sino un desafío estructural que enfrentamos a nivel regional”.

Los datos revelan

El informe destaca que, aunque las mujeres representan más del 50% de la matrícula universitaria total en los países analizados, su participación en disciplinas tecnológicas sigue siendo baja.

  • Mapa regional: Uruguay lidera con un 42,6% de participación de mujeres en carreras STEM, seguido por Argentina y Colombia. Perú y Chile presentan las tasas más bajas, con 28,9% y 29%, respectivamente.
  • Carreras STEM: La participación femenina varía entre el 28,9% y el 42,6%. En áreas como ciencias naturales, matemáticas y estadística, supera el 50% en varios países. Sin embargo, en tecnologías de la información y la comunicación (TIC), no supera el 23%.
  • Intensivas de programación: la participación femenina es aún menor, entre el 11,1% y el 22,6%.
  • Desarrollo tecnológico: la partircipación oscila entre el 14% y el 28,1%.

Un llamado a la acción

Pensar en una tecnología inclusiva y diversa no solo es una cuestión de derechos sino una oportunidad estratégica para fomentar la innovación y generar soluciones que beneficien a toda la sociedad. La incorporación de personas de diferentes contextos en la creación de soluciones tecnológicas aporta nuevas perspectivas, enfoques y respuestas a las problemáticas globales. Es decir, incorporar a más mujeres en el sector tecnológico significa invertir en el futuro de la región.

Desde los entornos familiares y educativos hasta la transformación de los sistemas universitarios y laborales, todos los actores de la sociedad deben trabajar colectivamente para lograr un cambio cultural profundo. 

El primer paso es contar con información confiable.
Leé el informe completo acá. Sin datos no se puede cambiar la realidad.