Niñas y mujeres en tecnología, una oportunidad para la sociedad
Texto: Julieta La Casa
El cuarto jueves de abril se celebra el Día Internacional de las Niñas en las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación), una iniciativa impulsada por la Unión Internacional de Telecomunicaciones para incentivar a las más jóvenes a desarrollarse en estas disciplinas.
La brecha de género en tecnología es un problema estructural que debe ser abordado desde múltiples ámbitos. El desafío no comienza cuando los índices de participación de mujeres en empleos profesionales dejan a la vista que ellas siempre son minoría. Por el contrario, es necesario poner la mirada al inicio de todo este asunto, cuando a muy temprana edad, las distinciones entre niñas y niños, los estereotipos arraigados en cada identidad de género, y el tipo de incentivo y educación que reciben comienzan a marcar caminos de ventaja para unos, y de exclusión para otras.
Las mujeres enfrentan barreras de acceso y participación en distintos momentos de su vida personal, de formación y laboral. No alcanza con llegar, estar, ser parte de esa minoría que logró su objetivo. En el caso de las áreas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemática), una vez que una mujer ocupa un lugar dentro del ámbito académico o profesional, debe superar obstáculos significativos vinculados al progreso, la toma de decisiones, el desarrollo económico, la validación frente a sus pares y superiores y el acceso a roles de liderazgo. Como bien señala en su título la investigación “Un potencial con barreras”, el aporte que las mujeres pueden hacer en áreas estratégicas como las Tecnologías de la Información y la Comunicación encuentra limitaciones ya desde temprana edad, cuando aparecen numerosas barreras de elección que motivan el desinterés de las niñas por la ciencia y la tecnología:
- Estereotipos familiares y sociales
- Influencia de la tradición familiar sobre carreras heredadas y convencionales
- Factores psicológicos, de socialización y pedagógicos que contribuyen a que las mujeres subestimen sus propias habilidades para las disciplinas STEM
- Educación diferencial brindada a mujeres y varones en función de su género
- Falta de modelos a seguir
Con el paso del tiempo, estas barreras se transforman en los datos que intentan cuantificar la desigualdad de oportunidades basadas en el género. Por ejemplo, en el sistema universitario STEM de Argentina, se registra un 33% de mujeres y 67% de varones como estudiantes. Mientras que, sobre los egresos totales de esas carreras, un 35% son mujeres y un 65% son varones. Estos indicadores son una alarma de desventaja cuando se estima que las habilidades del futuro del trabajo están estrechamente vinculadas al uso y creación de la tecnología y a la alfabetización digital. No hace falta realizar predicciones futuristas para conocer las posibilidades que las mujeres se pierden por no formar parte del mundo STEM. En Argentina, por ejemplo, según datos de la Cámara de la Industria Argentina del Software, suelen quedar 5.000 puestos laborales sin cubrir, y ese número crece a 15.000 cuando se considera la demanda de profesionales IT en otras industrias. Cuando se habla de la brecha de género como un problema estructural, también se hace referencia al hecho de que son las mujeres las que quedan por fuera de estas oportunidades de crecimiento, pero también las industrias, que no cuentan con el potencial humano para generar innovación. Son las economías de los países que desaprovechan el talento en sectores productivos como la economía del conocimiento, que genera exportaciones, competitividad y empleo de calidad. Y son las sociedades, que deben apostar a la integración para poder alcanzar un bienestar social y desarrollo inclusivo.
Para torcer esa tendencia, hay muchos ámbitos desde los que se acciona y promueve un progreso tecnológico con perspectiva de género, que reduzca sesgos y fomente la diversidad. En Argentina y América Latina, Chicas en Tecnología trabaja con un enfoque integral que involucra a todo el ecosistema tecnológico, desde el ámbito educativo hasta el sector público y privado. La organización busca promover un cambio cultural para que cada vez sean más las personas que se identifican con el género femenino las que creen y lideren las soluciones tecnológicas que pueden promover mejoras sociales. Desde 2015, a través de propuestas de formación gratuitas, más de 11.600 jóvenes de 18 países de la región detectaron problemas en sus comunidades y crearon soluciones tecnológicas para resolverlos. Ellas comenzaron su recorrido en el mundo tecnológico para potenciar sus habilidades y su propósito de impacto social y pueden ser la próxima generación de mujeres líderes en tecnología. Que este Día Internacional de las Niñas en las TIC sirva para reforzar el compromiso social y que cada vez sean más las jóvenes de la región que puedan optar por un futuro en las disciplinas STEM.