#HistoriasCET: Ana Clara García Arbeleche
Ana se sumó en marzo a co-crear y diseñar el Área de Recursos Humanos. Nos acompaña gracias a la Red de voluntariado de graduados de Digital House. Te contamos su historia y por qué eligió ser parte.
¿Cuál es tu profesión y cómo está vinculada a la tecnología?
Licenciada en Recursos Humanos, con Posgrado en Desarrollo. Próximamente Full Stack
¿Por qué te sumaste a Chicas en Tecnología?
Quería involucrarme y colaborar en una organización como Chicas en Tecnología que tiene un fuerte compromiso en cerrar la brecha de género y empoderar a las mujeres inspirando la pasión por la tecnología. Transformar realidades y dar herramientas que motivan a chicas y pensarse diferente y cambiar sus realidades.
¿Cuál creés que es tu aporte de valor en la misión de la organización?
Inspirar la pasión por la tecnología y su potencial para transformar nuestras vidas, acompañando a las chicas en su formación y movilizando a la nueva generación de mujeres innovadoras y emprendedoras.
¿Cuál es tu rol y qué actividades realizás dentro de Chicas en Tecnología?
Colaboro en temas relacionados con el capital humano, desde la estructura de la organización pasando por los procesos de búsqueda de nuevos integrantes del equipo hasta los documentación clave en estos temas.
¿Por qué creés que es importante que haya más mujeres en el ambiente emprendedor tecnológico?
La diversidad, en todos sus sentidos y colores, genera riqueza de ideas, de perspectivas, de lo variado y diferente se obtienen soluciones más innovadoras e integrales.
¿Querés contarnos algo más que creas valioso para inspirar a que se sumen más Chicas en Tecnología?
La vida se trata de disfrutar, ser curioso, probar, equivocarse, cambiar, buscar y buscar eso que está adentro nuestro y nos inspira a ser mejores profesionales y, por sobre todo, mejores personas. Chicas en Tecnología se trata de eso, de despertar la curiosidad, de creer en el potencial para transformar y transformarnos, un viaje que puede llevarte hacia donde vos quieras llegar.
